Gitana

Ese día tenía que ir a mis clases de computación y como eran cursos adicionales el horario era nocturno, así que debía asistir a la universidad en la mañana y en la noche. Salí temprano y en vez de ir al paradero me  detuve en un parque para hacer hora. De pronto se me acercó una joven mujer de 16 o 17 años más o menos, rubia, ojos claros, con trenzas de colores; la típica gitana que de vez en cuando aparecían en plazas y mercados de la ciudad. Tenía un globo en la mano y en él, el dibujo de una cara y bajo esta un nombre que por mas que intento recordar se me ha olvidado. Me pregunto: sabes que dice aquí? Señalando el nombre en el globo. La mire y sonreí sin contestarle pues presentía que me estaba tomando el pelo. Luego tomo mi mano y me dijo: Quieres que te diga tu futuro? Le respondi que no creía en esas cosas. Ella dijo: bueno por despreciar a una gitana te irá mal el resto de tu día y sin más se dió la vuelta y se alejó. Me quedé meditando lo que había dicho y en realidad hubiera querido que esa bella chica me leyera la suerte; sin embargo la verdad era que no tenia ni un centavo más que para mis pasajes. Además estos gitanos siempre van en grupo y si alguien se pasa de listo y no quiere pagarle por sus servicios te dan de alma. Seguí mi rutina y me dirigí a la estación del bus gratuito de la universidad y que creen ...Si ese día no había servicio dizque por mantenimiento o no se que. Bueno tuve que buscar la forma de llegar y pagar lo que pensaba ahorrar para comprar un par de cigarros. Al llegar a la universidad habían apagado las luces en parte de los edificios y para llegar a mi clase tuve que recorrer el campus a oscuras y entonces sucedió..Me caí en una zanja que no ví por ir apresurado y en total oscuridad, mis lentes se rompieron y mi codo se dió tremendo raspón que salí sangrando a duras penas. Así magullado llegue al aula para recibir mis clases, pero luego leí en la puerta un aviso que decia: se suspenden las clases hasta el día de mañana. Maldita suerte! Dije entre mi. De inmediato vino a mi mente la sonrisa burlona de esa gitana con su globo y cuyo nombre se me ha olvidado.