Nada fuera de lo normal al despertar salvo que eran las 5 de la tarde, tal parece que esta vez me excedi en dormir. En todo caso era una magnífica tarde y había un coro de grillos al compas de las gotas de una leve lluvia de verano. Me senté a pensar que haría ese dia, al volver la mirada distingui algo que había traído la lluvia; era una pequeña rana verde, era extraña, parecía que me estaba observando. Cuando me acerque, ni se inmuto, pensé que iba a saltar y huir como lo hacen sus parientes, pero esta vez no sucedió, creo que quería conversar. Le pregunté si podía tomarle algunas fotos, creo que no le pareció mal la idea; así que fui por mi teléfono. Al regresar estaba en el mismo lugar con sus ojos mirándome fijamente; así que le tome algunas fotos y empezó a moverse lentamente, tal parece que quería que tomara su mejor perfil. Al final de la sesión de fotos me detuve para revisar un momento y al volver la mirada la pequeña ranita había desaparecido, la lluvia dejo de caer, quizás se la llevó a recorrer por otros lugares. Me sentí un poco triste, no pude preguntarle su nombre, ni de donde venía y cuáles eran sus sueños, en fin quizás algún día nos volveremos a cruzar en nuestro camino.
Blog para los adeptos a perder el sueño


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